El transporte ha sido un problema creciente en las ciudades en evolución durante décadas y sigue siéndolo: los atascos interminables son el resultado del creciente número de vehículos per cápita y de la incapacidad de las viejas infraestructuras de satisfacer las necesidades. Desde la contaminación del aire hasta el estrés, los daños causados a la población y al medio ambiente son inmensos. Para resolver estos problemas, las ciudades necesitan soluciones inteligentes que se puedan ajustarse a la infraestructura existente, mejorándola y desarrollándola para crear una ciudad que permita una vida de calidad.

Más del 50% de la población mundial vive en ciudades. El transporte es uno de los aspectos más importantes de la vida en un área urbana, ya que las actividades cotidianas de las personas implican trasladarse de un lugar a otro en el contexto del complejo sistema de la ciudad. Al mismo tiempo, el número de vehículos va en aumento, volviendo las infraestructuras disponibles insuficientes.